El Rincón
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El caso de "la cebolla"
¿Sabías que en el siglo XIX las prostitutas de La Habana tuvieron su propio periódico?
Se llamó La Cebolla, y se autoproclamó el “órgano oficial del partido de mismo nombre” (y no es broma).
En la década de 1880, marcada por la efervescencia política en Cuba, surgieron numerosos periódicos contestatarios. Entre ellos vio la luz esta publicación única, firmada con seudónimos por las prostitutas de La Habana.
Si la sola existencia de un periódico editado por este colectivo marginado resultaba desafiante, aún más lo era su salida los domingos –el "día del Señor"–. La provocación continuaba con su nombre: La Cebolla. Este término tenía fuertes connotaciones sexuales en la época, asociado a la anatomía femenina. De hecho, el primer número incluía una definición burlesca y sugerente: "Cebolla: planta hortense... de hojas huecas y rollizas, cuyo tallo está hinchado por el medio y termina en una mazorca globosa...".
Solo se publicaron 4 números en septiembre de 1888. Su objetivo era denunciar el Reglamento de Higiene Pública, una normativa exhaustiva que buscaba regular una "prostitución higiénica". Entre sus medidas:
• Inscripción obligatoria en un registro.
• Portar cartillas médicas.
• Revisiones sanitarias quincenales.
• Hospitalización forzosa en caso de enfermedad.
• Pago de cuotas a una policía especial (con su propio dinero).
¡La regulación era asfixiante! Dictaban hasta el mobiliario, el tiempo con clientes y la conducta de las mujeres. La gota que colmó el vaso fue la orden de instalar celosías en las ventanas para ocultar lo que ocurría dentro.
El primer número, un manifiesto firmado por "Teresa Machete", declaraba: "Venimos al estadio de la prensa a defender los derechos de una de las clases más explotadas de nuestra sociedad (...) las meretrices", y arremetía contra las multas abusivas. Junto a las denuncias, el periódico incluía canciones, noticias del gremio (como el aumento de inspectores), poesías satíricas e incluso retratos de meretrices coronadas como reinas.
La Cebolla es considerado pionero del sensacionalismo cubano y un temprano alegato por los derechos femeninos. Sin embargo, investigaciones sugieren que su verdadero autor fue Victorino Reineri, un periodista español anarquista que enfrentó cuantiosas multas. Esto plantea una paradoja: ¿fue realmente una voz autónoma de las prostitutas?
Contradicciones
En la Cuba de 1888, tras la abolición formal de la esclavitud (1886), muchas mujeres pobres –especialmente negras y mulatas– veían la prostitución como único sustento. Paralelamente, crecía el discurso médico que asociaba prostitución con enfermedad venérea y degeneración social. La burguesía instrumentalizó este "pánico sanitario" para controlar a las mujeres pobres y racializadas, enmascarando la explotación económica tras la retórica de la "protección social".
En este escenario, La Cebolla, pese a presentarse como defensor de "las públicas", reforzó estereotipos: su tono jocoso y la caricaturización de las prostitutas (sin plantear soluciones estructurales) diluyeron su potencial reivindicativo. Más que un instrumento de ellas, parece haber sido un instrumento para Reineri: una sátira anarquista que usaba el cuerpo de las prostitutas como campo de batalla contra las autoridades coloniales y la élite criolla.
No podría afirmarse con certeza que haya sido Reineri el autor del periódico, tampoco hay confirmación de la autoría o existencia de las prostitutas firmantes. Ni siquiera hay evidencia de un partido con este nombre La Cebolla. Ciertamente la escasez de datos y la pequeña evidencia legada por la prensa del momento nos deja con muchas preguntas:
¿Existió realmente el "Partido de La Cebolla" o fue una ficción satírica? ¿Hubo alguna asociación de prostitutas tras el periódico, o los seudónimos eran solo un recurso? ¿Fueron las prostitutas cómplices activas de Reineri, o meras figuras retóricas en su lucha política?